La diferencia entre el amor y la lujuria
Sadhguru habla de la diferencia entre el amor y la lujuria, explicando cómo, a medida que nos volvemos más inactivos físicamente, nuestra energía no se gasta y se manifiesta como neurosis.
Hoy en día, el hombre se ha vuelto físicamente inactivo como nunca antes. No podía permitirse el lujo de estar tan inactivo físicamente antes, tenía que hacer tantas cosas físicamente, solo para sobrevivir. Se ha vuelto más neurótico que en el pasado. Como fenómeno general, también había personas neuróticas entonces pero no en estas cifras. Hoy en día, se ha vuelto un fenómeno común en la sociedad que todo el mundo esté en algún nivel de neurosis. Esto se debe simplemente a que no se trabaja su energía. Está atrapada. No has trascendido tu locura y, al mismo tiempo, no la estás resolviendo. La terapia tampoco está ahí. Si salieras a cortar leña durante todo el día, si cortaras cien troncos al día, se gastaría mucha de tu energía y la vida sería pacífica. Pero hoy no es así. No estás usando tu cuerpo como solía usarse, así que sigues generando todo tipo de enfermedades, como nunca antes.
Esto se acumula en tu sistema luego de un tiempo. Luego tu energía física y emocional necesita alguna salida. Así es como han surgido los bares, clubes y discotecas. La gente tiene que resolver su neurosis en algún lugar, de alguna manera. Estas discotecas parecen una locura, no puedes ni siquiera respirar en su interior. Están llenas de humo y sudor, pero la gente simplemente se vuelve loca. Ni siquiera puedes bailar, todo el mundo se tropieza con todo el mundo, pero no importa, tienes que resolverla. De lo contrario, te volverás loco. Así que, el sábado, vas y resuelves tu neurosis de la semana. Luego comienza una vez más la acumulación y, una vez más, llega la fiebre del sábado por la noche.
Pasar de la lujuria al amor
Hay otra manera de dejar esta locura y seguir adelante, dejarla completamente atrás y seguir adelante donde ya no eres parte de ella. De esto es todo lo que se trata la meditación. Ahora, si bailas, simplemente bailas por el placer de hacerlo, y no porque haya algo que resolver. Si bailas para resolver algo, tal vez sea terapéutico. Es una buena terapia, de acuerdo, pero hay una cierta fealdad en ello. Es lujurioso. No puedes bailar por amor. Solo puedes bailar por lujuria.
¿Sabes la diferencia entre el amor y la lujuria? La lujuria es una necesidad fuerte. El amor no es una necesidad. Cuando amas, sientas cabeza, no se necesita nada más. Puedes solo sentarte aquí toda la vida. Con la lujuria no puedes sentarte en ningún sitio. O te metes en alguna acción loca, o estás destinado a volverte loco. Cuando hay una cierta neurosis, una cierta locura dentro de ti, solo puedes estar en la lujuria. Tu lujuria puede ser por el sexo, por la comida o por alguna actividad en particular o algún hobby; no importa lo que sea, pero desarrollas lujuria por algo. Sin esa lujuria no puedes vivir. Incluso tu trabajo es una forma efectiva de expulsar tu lujuria. Es solo que es la forma más popular y aceptada en el mundo. Hoy en día la gente solo se la pasa trabajando, trabajando y trabajando. No porque estén creando algo fantástico, sino simplemente porque tienen que trabajar. De lo contrario no saben qué hacer con ellos mismos.
Tienes que vigilar esa locura con cautela. Nadie sabe nunca que tienes esto dentro de ti y a ti mismo te gustaría olvidarlo. Haces todo lo posible para olvidarlo. Todo el entretenimiento del mundo ha surgido solo para ocultar tu locura. Si estuvieras perfectamente cuerdo, no necesitarías entretenimiento. Necesitas entretenimiento solo para cubrir tu locura. Si te quitamos tu entretenimiento, te volverás loco. El hombre necesita entretenimiento simplemente para ocultar su locura. Si estuviera perfectamente cuerdo, no necesitaría entretenimiento. Podría sentarse y ver crecer el bambú. De verdad no necesitaría entretenimiento.
Nota del editor: Un best seller del New York Times, «Ingeniería interior: Guía yogui para alcanzar la alegría y el gozo» es un paso para aprender cómo superar ese tipo de neurosis y volverse meditativo.