El momento de la muerte: utilizar el proceso de morir para el crecimiento espiritual
Sadhguru analiza el hecho de mantener la consciencia en el momento de la muerte, y explica cómo evolucionaron algunas de las tradiciones de la cultura india en torno al momento de la muerte. Este artículo es un extracto del programa «Leela: el camino de quienes viven con ánimo juguetón», una exploración única, con Sadhguru, del reino místico de Krishna, que tuvo lugar en el Centro de Isha Yoga en septiembre de 2005.
El yogui y místico, Sadhguru, analiza el proceso de morir y cómo el hecho de mantener la consciencia en el momento de la muerte puede ser un medio para el crecimiento espiritual. También explica cómo evolucionaron algunas de las tradiciones de la cultura india en torno al momento de la muerte.
Pregunta: En el Bhagavad Gita se dice que, cualquiera que sea el estado del ser en el que uno piense durante el proceso de la muerte, uno lo alcanzará, si se queda absorto pensándolo. ¿Es así, Sadhguru? ¿Podemos utilizar el momento de la muerte para crear placidez en lo que sea que venga después?
Sadhguru: Sí, es así de simple. Pero... hay una historia muy hermosa. Dondequiera que fuera, el sabio Narada solo decía: «Narayana, Narayana». Narada tenía un pasaporte para los tres mundos: viajaba libremente por todas partes. Un día, vio a un granjero arando su tierra, en un estado de éxtasis y dicha. Narada estaba ansioso por descubrir cuál era el secreto de su dicha. Cuando se acercó al granjero para hablar con él, el granjero ni siquiera lo notó; así de absorto estaba en arar su tierra. A la hora del mediodía, se tomó un descanso de su trabajo y se fue a comer debajo de un árbol. Abrió el recipiente con la poca comida que tenía y simplemente dijo: «Narayana, Narayana, Narayana» y comenzó a comer. El granjero quería compartir la comida con él, pero, debido al sistema de castas, Narada no comería con él. Narada le preguntó: «¿Cuál es la fuente de tu dicha?». El granjero dijo: «Todos los días, Narayana se me aparece en su forma verdadera. Esa es la fuente de mi dicha». Narada le preguntó: «¿Qué sadhana haces?». El agricultor dijo: «Yo no sé nada. Soy un hombre ignorante y analfabeto. Es solo que, cuando me despierto por la mañana, digo “Narayana” tres veces. Cuando comienzo mi trabajo, digo “Narayana” tres veces. Cuando termino mi trabajo, digo “Narayana” tres veces. Cuando como, digo “Narayana” tres veces. Cuando me voy a la cama, digo “Narayana” tres veces». Narada calculó cuántas veces, en 24 horas, él mismo decía «Narayana». Llegaban a millones. Pero, aun así, si quería ver a Narayana, tenía que ir hasta Vaikuntha (la morada espiritual de Vishnu), el cual era un largo viaje. Pero, para este granjero, quien solo decía «Narayana» tres veces, antes de comer, antes de arar y cualquier otra cosa, Narayana venía ahí mismo. Narada pensó: «Esto no es justo, debe ser algún tipo de error».
Inmediatamente, hizo el viaje hasta Vaikuntha y le preguntó a Vishnu: «Yo digo tu nombre todo el tiempo, pero no te me apareces. Tengo que venir a verte. Pero, a este agricultor, te le apareces todos los días ¡y él está viviendo en éxtasis!». Vishnu miró a Narada, le pidió a Lakshmi que consiguiera una vasija llena de aceite hasta el borde y le dijo a Narada: «Primero, hay que hacer un mandado. Por favor, lleva esta vasija llena de aceite a Bhuloka, sin derramar ni una gota; déjala allí y vuelve. Responderemos a la pregunta después». Narada tomó la vasija con aceite, fue a Bhuloka, la dejó allí y regresó. «Ahora, responde a mi pregunta». Vishnu preguntó: «Cuando llevabas esta vasija llena de aceite, ¿cuántas veces pronunciaste “Narayana”?». Narada dijo: «¿Cómo podría decir “Narayana” en ese momento? Dijiste que no debía derramarse ni una gota, así que tuve que prestar atención a eso. Pero, de regreso, he dicho muchos “Narayanas”». Vishnu dijo: «Ese es todo el asunto. La vida de este granjero es como llevar una vasija llena de aceite que puede derramarse en cualquier momento. Tiene que ganarse la comida; tiene que hacer tantas cosas. A pesar de eso, dice “Narayana”. Cuando tú llevabas el aceite en esta vasija, ni una sola vez pronunciaste “Narayana”. Cuando no tienes nada que hacer, es fácil».
Utilizar el proceso de la muerte
Cuando llega el momento de la muerte, hace falta algo para estar lo suficientemente consciente para decir lo que quieres decir. La mayoría de las personas mueren en la inconsciencia. En la cultura india, si alguien se está muriendo, siempre comenzarán un canto como «Ram naam satya hai», «Aum Namah Shivaya» o cualquiera que conozcan, porque quieren que la persona moribunda pronuncie el nombre de un dios o que, de alguna manera, se vuelva consciente en el último momento. Ni siquiera tienes que decir nada. Si puedes mantener la consciencia en el momento en que estás pasando de una dimensión de la vida a otra, de lo físico al más allá, eso es mukti. Pero, para alcanzar la consciencia en ese momento, debes practicar la consciencia durante toda la vida. O debes estar en la presencia de alguien que pueda hacer que eso ocurra para ti. En ese contexto, Krishna dijo que, si puedes pensar en él en el momento de la muerte, él estará allí y se asegurará de que pases.
Aquí, él habla de una realidad interior: el yoga para alcanzar lo Absoluto. Cuando se trata de alcanzar lo Absoluto, si haces las cosas correctas, es cien por ciento seguro que funcionará, porque el único ingrediente eres tú, nada más que tú. Así que él pudo decir, con plena certeza: «Si tú haces esto, yo me encargaré de ello». Cuando se trata de realidades externas, él nunca habría dicho tal cosa, porque conocía la vida: las realidades externas están sujetas a tantos factores.
Si puedes mantener la consciencia en el momento de la transición de lo físico al más allá, puedes alcanzar la liberación. Por esto, para la mayoría de las personas, el momento de la realización y el momento de dejar el cuerpo son el mismo. Si la consciencia llega cuando estás dejando el cuerpo, de todos modos lo dejarás. Pero, incluso si todavía no es el momento de dejar el cuerpo, pero tu nivel de consciencia se eleva a un pico tal en el que tú y tu cuerpo están claramente separados, lo más probable es que no tengas la capacidad necesaria para permanecer en el cuerpo, a menos que te encuentres en situaciones en las que existan ciertos mecanismos de control que garanticen que no te saldrás del cuerpo.
El momento de la muerte y los futuros nacimiento
Otro aspecto más es que, si tienes un determinado pensamiento en el momento de la muerte, este se convierte en la cualidad de tu futuro nacimiento. Debemos crear una atmósfera de paz y bienestar para las personas durante el proceso de la muerte, porque cualquiera que sea el factor predominante en su mente y en sus emociones en el último momento se convertirá en la cualidad de sus vidas futuras. Esa es la razón por la que, en esta cultura, siempre dijimos que no hay que morir en medio de la familia. La gente solía ir al bosque a morir: esto es Vanaprastha. Incluso el emperador Dhritarashtra, su reina Gandhari y Kunti se adentraron en el bosque después de la Guerra de Kurukshetra, solo con Sanjaya como ayudante. Todos habían envejecido, así que se fueron al bosque para morir allí, en lugar de hacerlo en el palacio. Aunque Dhritarashtra era ciego y estúpido en muchos aspectos, había ese tanto de consciencia, la cual falta en el mundo de hoy. Ahora que sus hijos se habían convertido en emperadores, Kunti, quien había sufrido todo tipo de penurias en su vida, podría haber disfrutado del palacio, pero también decidió ir a morir al bosque.
Así que se adentraron en el bosque y ascendieron por una colina muy empinada. Había un incendio forestal. Como eran viejos, no podían correr ni luchar contra el incendio, así que, simplemente, decidieron ofrecerse al fuego. Entonces Dhritarashtra le dijo a Sanjaya: «Me has servido muy bien hasta ahora, pero todavía eres un hombre joven: vete. Nosotros tres nos entregaremos al fuego». Sanjaya se negó a dejarlos, y los cuatro se quemaron en el incendio forestal.
Si mueres en medio de la familia, morirás con una enorme sensación de apego, la cual, en el futuro, no te traerá bienestar. En la India, incluso hoy en día, la gente va a morir a Kashi, porque es un lugar sagrado. Quieren morir en la gracia de Shiva. No quieren morir con su familia volcando sus emociones sobre ellos.
Es hora de pagar el préstamo
La muerte es la única certeza en la vida. Si has vivido bien tu vida, la muerte no es, en absoluto, algo malo. Si, cuando estabas vivo, en todo momento había incertidumbre, miedo, odio, ira, significa que nunca viviste. Si, cuando llega la muerte, quieres vivir, eso no es bueno. Después de todo, ¿qué es la muerte? Te estás desprendiendo del cuerpo. El cuerpo es un préstamo que tomaste de la Madre Tierra. Si tomas, digamos, un préstamo de diez millones del banco, y digamos que, en los siguientes cincuenta años, convertiste esos diez millones en diez mil millones, si tu banquero viene a cobrar el préstamo, le pagarás alegremente, con intereses. Lo atenderás y le harás regalos. Pero, supongamos que despilfarraste esos diez millones y lo perdiste todo; si viene el banquero, surge el terror en tu interior. Tratarás de esconderte. Son muchos los trucos que intentarás hacer. Del mismo modo, la Tierra te dio este préstamo. Si has convertido esta vida en una bendición, si realmente le has dado un aprovechamiento total y has vivido con gran dulzura en tu interior, entonces, cuando la Madre Tierra dice que es hora de pagar el préstamo, lo pagarás con alegría. Y no hay intereses. Para quien paga el préstamo alegremente: se acabó; porque, cuando estás alegre, ser consciente llega de forma natural. Cuando eres consciente, estás en el camino de la liberación. Sin lugar a dudas, la cualidad del último momento se convertirá en una cualidad principal de tus vidas futuras —si deseas tener vidas futuras—. Si quieres disolverte en lo Supremo, si quieres volverte uno con eso, entonces, no hay vida futura. La gente me ha estado diciendo: «Sadhguru, no uses esta terminología negativa: nos asusta. ¿Vamos a disolvernos y convertirnos en nada?». En lugar de eso, podríamos decir: «Cuando alcances mukti, te convertirás en todo».
Nota del editor: Sadhguru ofrece Isha Kriya, una meditación guiada, en línea y gratuita, que ayuda a traer salud y bienestar. La práctica diaria de este proceso —sencillo pero efectivo— de 12 minutos, puede transformar nuestra vida.