La leyenda de Badrinath: la historia de Shiva y Parvati
Sadhguru examina la leyenda del templo de Badrinath y cómo Vishnu engañó a Shiva y Parvati, y la historia de cómo Adi Shankaracharya estableció el templo hace más de mil años.
Shiva dijo: «Este no es un buen bebé. ¿Por qué llegó por sí solo a nuestra puerta? No hay nadie alrededor, ni huellas de los padres en la nieve. Este no es un niño». Pero Parvati dijo: «¡Ni hablar! La madre que hay en mí no me permitirá dejar que el niño esté así», y se llevó al bebé dentro de la casa. El niño estaba muy cómodo, sentado en su regazo, mirando muy alegremente a Shiva. Shiva sabía la consecuencia de esto, pero dijo: «De acuerdo, veamos qué pasa».
Parvati consoló y alimentó al niño, lo dejó en la casa y se fue con Shiva a darse un baño en unas aguas termales cercanas. Cuando volvieron, se encontraron con que las puertas estaban cerradas por dentro. Parvati estaba atónita. «¿Quién ha cerrado la puerta?». Shiva dijo: «Te dije que no recogieras a este niño. Entraste al niño a la casa y ahora ha cerrado la puerta». Parvati dijo: «¿Qué vamos a hacer?».
Shiva tenía dos opciones: Una era quemar todo lo que tenía delante. Otra, encontrar otro camino e irse. Así que dijo: «Vayamos a otro sitio. No puedo tocarlo porque es tu amado bebé».
¡Así es como Shiva perdió su propia casa y Shiva y Parvati se convirtieron en «extranjeros ilegales»! Buscaron un lugar ideal para vivir y finalmente se establecieron en Kedarnath.
Quién construyó el templo de Badrinath
Badrinath también tiene importancia histórica porque Adi Shankara instaló el templo aquí. Estableció allí a su propio pueblo. Incluso hoy, los descendientes de las familias que él estableció tradicionalmente, los Nambudiris, son los sacerdotes del templo. Visualmente, esta zona es un lugar increíble. Adi Shankara nació en un lugar llamado Kaladi, en Kerala, hace más de mil años. De Kaladi a Badrinath son más de tres mil kilómetros de distancia a pie. Adi Shankara recorrió tales distancias no solo de sur a norte, sino también de este a oeste. Recorrió el país de arriba abajo tres veces y de este a oeste una vez.
La ciudad no está muy bien cuidada, pero si te fijas en lo demás alrededor, es increíblemente hermoso. De Govind Ghat a Badri, ese trayecto de 25 kilómetros es probablemente el más increíble que puedas hacer en cualquier parte del mundo. He viajado a muchos lugares, pero no hay palabras para describir cómo son las montañas en este trayecto de 25 kilómetros.
El Himalaya y el camino espiritual
Cuando viajas al Himalaya, te preguntas cómo es posible que alguien haya caminado por aquí. Imagínate el esfuerzo que implica. El propósito de venir al Himalaya no es conseguir algo. Esta es una oportunidad para simplemente empequeñecerte; si no disolverte, al menos empequeñecerte. No puedes creer que hace miles de años la gente se adentrara en estas montañas cuando no había carreteras, automóviles, ni mapas de dónde empieza y dónde acaba la montaña. Simplemente iban. Si quieres progresar en el camino del yoga, esto es necesario. Sin saber dónde está el final, simplemente sigues adelante. «No importa dónde empiece o dónde termine, hasta que llegue allí, simplemente seguiré adelante». A menos que una persona tenga esta actitud y esta fuerza en su interior, el camino espiritual queda descartado.