Todo está vacío: una historia zen
En esta historia zen, el maestro Dokuon pone al samurai Tesshu a prueba. Sadhguru utiliza la historia para ilustrar la diferencia entre la auténtica realización y la mera repetición de un acopio de palabras.
Una historia zen: Yamaoka Tesshu, un samurai y estudiante de zen, viajó por Japón estudiando con diversos maestros zen. Un día, llegó al templo Shokoku y se encontró con el monje Dokuon.
Deseando mostrar su comprensión del zen, Tesshu le dijo al maestro: «La mente, el buda y todos los seres están vacíos. La verdadera naturaleza de todas las cosas es la vacuidad. No existe la iluminación, ni lo ilusorio; ni los sabios, ni la gente corriente; ni el esfuerzo, ni la recompensa».
El maestro Dokuon permaneció callado durante un rato y luego lo golpeó en la cabeza.
Tesshu montó en cólera y le preguntó: «¿Por qué hiciste eso?».
El maestro Dokuon respondió: «Si todo es vacuidad, ¿de dónde salió el enfado?».
Sadhguru: La iluminación no es un logro, es un regreso a casa. Es extraordinaria en el sentido de que te vuelves completamente ordinario. «Vacuidad» significa que ya no estás lleno de ninguna de tus cosas. No hay nada tuyo. Si te vuelves así —que todo es tuyo o nada es tuyo—, en esa clase de estado no hay ninguna compulsión.Este samurai afirma que él es vacuidad y que todo está vacío, por lo que ha oído y leído en alguna parte. Afirma que él es eso. Después de un golpe en la cabeza, se enfada. Si todo está vacío, si en ti no hay ninguna compulsión, ¿de dónde surgiría la ira? No elegiste enfadarte para servir a un propósito determinado. Simplemente estallaste de ira porque alguien te golpeó en la cabeza.
Es una irresponsabilidad que la gente hable de lo que es la iluminación porque toda clase de tontos recogerán estas palabras y tratarán de engañar a alguien o, lo que es más importante, se engañarán a sí mismos con esas ideas que se dicen en todas partes.
Hoy, hay elementos sin escrúpulos en la sociedad que, si les pagas 25.000 rupias, te declararán iluminado. Si quieres ese tipo de iluminación, te digo que no desperdicies tu dinero: declárate tú mismo iluminado porque nada va a cambiar de todos modos.