¿Pueden ser peligrosos el reiki y la sanación pránica?
Sadhguru analiza cómo el reiki, la sanación pránica y otras prácticas similares son desacertadas y pueden crear un sufrimiento mucho más profundo del que pretenden aliviar.
Pregunta: He oído que el reiki, la sanación pránica y ese tipo de cosas funcionan en el nivel kármico e implican algún tipo de manipulación de la energía. ¿Causa daño practicar estas cosas?
Les dije: «Si quieres, reuniré las direcciones de todos los hospitales del planeta y se las facilitaré a los sanadores. Si quieres curar a los enfermos, debes ir al hospital. ¿Por qué la playa? ¡Creía que la gente saludable iba allí!».
Cuando una estafa se vuelve peligrosa
No digo que nada suceda allí. El 90% de las veces puede que no suceda nada, pero el 10% de las veces podría ocurrir algo. Cuando no sucede nada, me parece bien. Supón que alguien te vende algo que no es nada; solo es un hombre de negocios inteligente y tú eres un poco estúpido, pero no te causa ningún daño. Tú tienes el placer de comprar y él hace su negocio. La mayoría de las veces, cuando vas al centro comercial, solo compras «nada», ¿no es así? Lo compras, lo llevas a casa y, probablemente, nunca lo saques del empaque. Lo que hayas comprado se queda ahí durante mucho tiempo, porque se trata de la compra, no de lo que obtienes. Están complaciendo tu búsqueda de compras al venderte nada; no te están causando ningún daño. Pero, ahora, si te venden algo que te causa daño, eso es peor que venderte nada. «Nada» es solo una estafa limpia. Solo cuesta dinero, no cuesta vida. Pero este «algo» puede costar vida. Ese 10% de las veces, cuando sí ocurre algo, es cuando existe el peligro y es innecesario.
Actualmente, con la medicina moderna, se pueden tratar casi todas las enfermedades infecciosas. Cuando utilizas cualquier tipo de medicamento, es un intento de cambiar la química del cuerpo con un elemento externo. A causa de esto, el sistema sufre de alguna manera. Por un lado, la medicina cura la enfermedad, pero, por otro, crea una especie de sufrimiento. Cuando sobrepasa cierto punto, decimos que se han manifestado efectos secundarios a causa del fármaco. Pero, con cualquier tipo de medicamento o cualquier tipo de intervención, siempre habrá alguna alteración en el sistema. Si estas haciendo prácticas yóguicas, puedes ver claramente que, cuando tomas medicación, tu sistema no es el mismo. Siempre que intentes influir en la química interna con sustancias químicas externas, se producirá una alteración. Hay que pagar un precio, pero es necesario porque la enfermedad es un problema mayor para ti. Pero las enfermedades crónicas no provienen de ningún organismo externo.
En las enfermedades crónicas, la enfermedad es solo la superficie. El síntoma que notas es solo la punta del iceberg. Y, como la proverbial punta del iceberg, es apenas una pequeña porción. La enfermedad que sufre una persona es el síntoma —que es lo único que notas—, pero es apenas una pequeña porción del problema que está en otra parte. En otras palabras, los síntomas son como indicadores.
La raíz del problema
Siempre que alguien intenta cualquier curación, siempre intenta eliminar el síntoma, porque eso es lo que considera como enfermedad. Si quitas el indicador, la raíz del problema aún existe. El indicador se manifestó en el cuerpo físico, solo para traer esa raíz a tu atención. En lugar de prestarle atención y ver qué se debe hacer al respecto, si te limitas a borrar el indicador, la raíz actuará de forma mucho más drástica en tu sistema. Lo que era asma puede convertirse en un gran accidente u otra calamidad en tu vida. Es posible.
Si hay que extraer la raíz, no se la puede solo extraer y disolver así como así. Hay que sacarla y trabajar sobre ella de cierta manera. Estos intentos de curar a alguien son procesos muy inmaduros; es algo muy infantil. La gente no ha comprendido ni experimentado la vida con ninguna gran profundidad; solo han visto la vida en la dimensión física, por lo que creen que aliviar a una persona de su dolor físico en ese momento es lo más grande que pueden hacer. Esto no es así.
Es comprensible que, una vez que te llega el dolor de la enfermedad, solo quieras aliviarte, no importa cómo. Pero, si empiezas a sentir la vida un poco más allá del cuerpo físico, verás que el modo como te deshaces de tu enfermedad también es importante.
La enfermedad desaparecerá si dedicas suficiente atención para reorganizar tus propias energías. Pero tienes que pasar por algo. Solo obtener alivio instantáneo te aliviará en un sentido pero te atará en otro. Nadie que camine genuinamente un camino espiritual intentará jamás sanar a otros, porque es una forma segura de enredarte. Algunas de estas cosas que hoy se han vuelto famosas en todo el mundo, vinieron de personas que abandonaron su proceso espiritual a mitad de camino, después de adquirir un poco de poder. Querían utilizarlo y se promocionaron bien.
En Isha, te enseñamos sadhana para la liberación, para ir más allá de todas tus limitaciones. Uno puede adquirir fácilmente tales poderes haciendo esta sadhana, pero tenemos mucho cuidado para que no adquieras nada de eso. Si estás en cualquier camino espiritual vivo, quien sea que esté dirigiendo ese lugar se asegurará de que nunca adquieras ningún tipo de poderes. Queremos ser ordinarios, muy ordinarios: «extra-ordinarios». No tenemos esa enfermedad de querer ser especiales haciendo algo que los demás no pueden hacer. No es necesario. Al intentar jugar a ser Dios, de alguna manera quieres hacer algo que otros seres humanos no pueden hacer. Esto puede conducir a muchos enredos. Esas cosas son una distracción. En la India, a medida que te acercas a cualquier templo, habrá tiendas a ambos lados con todo tipo de baratijas. Si te dejas llevar demasiado por esas baratijas, nunca llegarás al sanctasanctórum. Para cuando llegues, las puertas estarán cerradas.
Nota del editor
¿Poseen el reiki y la sanación energética riesgos ocultos? Mira el siguiente video en el que Sadhguru examina los aspectos sutiles de las técnicas de sanación energética como el reiki, y por qué estas prácticas curativas podrían ser perjudiciales tanto para quien las practica como para quien las recibe.
Extraído del libro «El cuerpo: El mejor mecanismo», disponible en Amazon y Buscalibre.