La agricultura puede impulsar la próxima revolución económica
Sadhguru examina cómo se practica hoy la agricultura en la India, y explica lo que se necesita para «darle un nuevo impulso» a la agricultura, el cual podría conducir la economía de la nación al siguiente nivel.
Por desgracia, el agricultor que nos proporciona alimentos tiene hijos que se mueren de hambre y quiere quitarse la vida. En los últimos diez años, más de 300.000 agricultores se han suicidado. No ha muerto tanta gente ni en las cuatro guerras que ha librado este país. Me avergüenzo de esto profundamente.
La «annadatha» (dadora de alimentos) del mundo
Nuestra nación tiene la bendición de poder convertirse en la «annadatha» del mundo, ya que contamos con la distribución latitudinal necesaria de climas, suelos y, sobre todo, una gran población que posee los conocimientos intrínsecos para realizar la «magia de transformar el barro en alimento». Somos la única nación que tiene esta bendición. Pero no hay esperanza de que la próxima generación se dedique a la agricultura si no transformamos este sector para que se convierta en una actividad muy lucrativa. Solo así se mantendrá la población en la India rural. Urbanizar la India rural seguirá siendo un sueño si no se multiplican los ingresos por la agricultura en los próximos años.
El mayor impedimento para convertir la agricultura en una empresa enormemente rentable es la escala: los terrenos son demasiado pequeños. A lo largo de miles de años de agricultura y de la consecuente división de tierras, la posesión promedio de tierras en la India es hoy de un poco más de una hectárea. Con una hectárea, todo lo que inviertas te hundirá. Los dos grandes problemas que están destruyendo a nuestros agricultores y llevándolos a la pobreza y la muerte son las inversiones en riego y la falta de poder de negociación en el mercado. Sin escala, estos dos aspectos vitales quedarán fuera de nuestro alcance.
Aumentar la escala de la agricultura
Así que estamos estudiando cómo cambiar esta situación agrupando a los agricultores en Organizaciones de Productores Agrícolas (OPA) con un mínimo de 4000 hectáreas de tierra. Estamos elaborando estructuras jurídicas para garantizar que los agricultores conserven el control sobre sus tierras y que sea cien por ciento seguro para ellos. Los agricultores pueden cultivar sus tierras individualmente, pero, del microrriego y la comercialización de los productos, se encargan conjuntamente empresas que tienen la competencia necesaria para ello.
De otra manera, como se hace ahora, cada agricultor tiene su propio sistema de bombeo, su propio pozo y conexión eléctrica. La inversión que esto necesita es tan elevada que es inevitable endeudarse y el agricultor tiene que vender sus tierras, huir de su pueblo o colgarse de un árbol. Y, después de todo esto, cuando el agricultor quiere vender sus productos, no hay transporte, almacenamiento o ni siquiera un mercado establecido. Cultivar una cosecha es una cosa, pero cuando llega el momento de llevarla al mercado, es un gran circo para el agricultor.
Así que, si el sector privado puede establecer microrriegos comunitarios para grupos de agricultores y suministrar agua en régimen de alquiler, los agricultores no tendrán que desembolsar grandes cantidades en costes de capital. Por supuesto, el gobierno tendrá que crear una estructura jurídica adecuada para que los inversores estén protegidos con un proceso de reembolso viable. Y, si las empresas pueden agrupar la producción de, por ejemplo, 10.000 agricultores de una OPA, pueden negociar mejores precios de mercado, cuyo beneficio puede ser compartido entre el agricultor y la empresa. Si creamos este apoyo para nuestros agricultores, de modo que no tengan que preocuparse de nada más que de cultivar alimentos, India puede ser el granero del mundo.
Revitalizar los suelos de la India
Entre nuestros agricultores hay una inmensa cantidad de conocimientos sobre el cultivo de alimentos. Como parece analfabeto, tendemos a pensar que no hay nada en ello, pero esto es algo muy complejo y hay que hacerlo meticulosamente. Nuestros agricultores son capaces de hacerlo porque se ha transmitido de generación en generación.
Por desgracia, aunque el sur de la India tiene una historia de 12.000 años de agricultura organizada, en esta generación gran parte de la tierra se ha vuelto inutilizable debido a los productos químicos que estamos poniendo en el suelo. Para que nuestros agricultores obtengan buenos rendimientos y puedan vivir de la agricultura, el suelo no necesita aporte químico, sino contenido orgánico. El suelo solo estará sano si tenemos árboles y animales en la tierra para que las hojas y los desechos animales puedan volver al suelo.
En la India hemos hecho demostraciones a pequeña escala de agricultura orgánica basada en árboles y hemos visto cómo los ingresos de los agricultores se multiplican entre tres y ocho veces porque sus gastos de cultivo se reducen drásticamente y, además, ahora mismo hay una enorme demanda de productos orgánicos en todo el mundo. Algunos países como Vietnam han hecho esta transición a gran escala, y los expertos vietnamitas con los que hemos interactuado nos han dicho que los ingresos de los agricultores de allí se han multiplicado hasta veinte veces.
Si a esto se añaden los ingresos que se pueden reportar de los productos de valor añadido, como la leche, la pesca y la artesanía, puede haber un crecimiento tremendo de la India rural. Las empresas deben aprovechar esta oportunidad para contribuir y beneficiarse de ella. Hay muchas formas en las que puede funcionar toda la economía en torno a los productos relacionados con los árboles. Por ejemplo, el mercado mundial solo de madera, frutas y turismo mueve cientos de miles de millones de dólares.
De la suciedad a la riqueza
Otro gran papel que pueden desempeñar las empresas es transformar la suciedad en riqueza. Ahora mismo, la mayor parte de las aguas residuales de nuestros pueblos y ciudades se vierte en nuestros ríos y océanos. Esto no es solo un gran daño por contaminación, sino también una enorme pérdida económica, porque hoy en día existen muchas tecnologías que pueden convertir la suciedad en riqueza. Singapur lo ha demostrado convirtiendo sus aguas residuales en agua potable. Si solo utilizamos los 36.000 millones de litros de aguas residuales de las ciudades y pueblos de la India, podemos microirrigar de 6 a 9 millones de hectáreas.
Todos estos aspectos no pueden ser financiados eficazmente por el gobierno. La naturaleza de las finanzas públicas es tal que no siempre llegan a tiempo. Especialmente cuando se trata de agricultura basada en árboles, en la que la plantación debe realizarse en momentos concretos, es el sector empresarial el que puede mostrar la agilidad necesaria para apoyar a los agricultores.
Si el sector empresarial invierte en crear demostraciones a gran escala de, digamos, 25.000 agricultores y 100.000 hectáreas de tierra, que puedan transformarse en microrriego organizado y comercialización, si la gente ve cómo esto se convierte en un enorme éxito económico, entonces no habrá quien lo pare. La gente empezará a hacer lo mismo en todo el país.
Cuando pensamos en economía, nos fijamos en la bolsa y en algunas otras cosas. Pero el 65% de nuestra población vive en zonas rurales. Con que solo dupliquemos sus ingresos, nuestra economía se disparará.
Hoy, India se encuentra en el umbral de la prosperidad. Si hacemos las cosas bien en los próximos diez años, podremos trasladar a esta enorme masa de gente de un nivel de vida a otro. El sector empresarial tiene la responsabilidad y el privilegio de utilizar sus conocimientos y capacidades para diseñar esta transformación. Esto no es caridad. Se trata de una inversión muy rentable, tanto desde el punto de vista financiero como en términos de proporcionar a millones de seres humanos una vida digna y próspera.
Nota del editor
En el siguiente video Sadhguru analiza cómo la pobreza y el hambre en la India pueden solucionarse fácilmente si todas las personas con alguna capacidad se ponen de pie para que esto suceda.