Matrimonio arreglado: ¿es bueno o malo?
¿Es el matrimonio arreglado una tradición obsoleta incompatible con los tiempos modernos, o existe en esta práctica milenaria cierta sabiduría que podría beneficiarnos hoy en día? Averígualo con Sadhguru.
Existe la idea de que un matrimonio arreglado es una especie de esclavitud —bueno, eso depende de si hay explotación—. Hay personas explotadoras en todas partes. A veces, incluso, tus propios padres pueden ser explotadores: podrían estar haciendo cosas por razones personales como su prestigio, su riqueza, sus tonterías.
Hace poco, alguien me preguntó sobre qué chica elegir para su hijo. Una chica es culta y guapa, pero la otra chica tiene un padre rico. Me preguntó a cuál debía escoger. Hice una pregunta sencilla: «¿Quieres que se case con la chica o con la riqueza de alguien?». Depende de cuál sea tu prioridad. Si tu prioridad es que la riqueza de alguien pase a ser tuya por matrimonio, y eso es todo lo que te importa, entonces está bien. Bueno, ese es el tipo de vida que has escogido.
Los matrimonios arreglados y las tasas de divorcio
El éxito de algo radica en el resultado. Luxemburgo, un pequeño país que es considerado como una de las sociedades económicamente más prósperas y libres, tiene una tasa de divorcio del 87%. En España, la tasa de divorcio ronda el 65%; en Rusia, el 51%; en los Estados Unidos, el 46%. En la India, el 1.5%. Decide tú cuál funciona mejor.
Bueno, la gente podría decir que la tasa de divorcio aquí es baja debido al estigma social asociado al divorcio, pero, sin duda, la manera en que es arreglado un matrimonio es también un factor importante.
Cuando los padres se encargan de arreglar el matrimonio, la tasa de éxito es un poco mejor, porque ellos piensan más a largo plazo. Puede que simplemente te guste cómo va vestida una chica y quieras casarte con ella hoy mismo. Bueno, mañana por la mañana, podrías darte cuenta de que ¡no quieres tener nada que ver con ella! Cuando tienes veinte años, debido a diversas compulsiones o presiones de grupo, puedes tomar decisiones que no durarán toda la vida. Por supuesto, algunas veces realmente congenias con alguien y puede que funcione, pero ese es otro tema.
Todo es un arreglo. Podrás pensar muchas cosas sobre el matrimonio, pero es arreglado ya sea por tu emoción, tu codicia o por alguien. Es un arreglo. Es mejor que lo arreglen personas responsables y sensatas, aquellas que más se preocupan por tu bienestar y que tienen un mayor alcance. No puedes encontrar al mejor hombre o a la mejor mujer del mundo ¡porque no sabemos dónde está! Con los contactos reducidos que tenemos, podemos arreglar algo que sea razonablemente bueno. Eso es todo.
Si un hombre joven o una mujer joven quiere casarse, ¿con quién se casará? Sus contactos son muy reducidos. Entre esas diez personas que conoces en tu vida, te casas con un chico o una chica. Al cabo de tres meses, sabrás realmente de qué se trata. Pero, en la mayoría de los países, existe una ley: si cometes un error, debes aguantar al menos dos años antes de poder divorciarte. Es como una condena en prisión. Bueno, muchas religiones han determinado que no puedes divorciarte; eso está completamente equivocado. Pero, donde se practican esas religiones, ¡ahí la tasa de divorcio es más alta! Ni los decretos de Dios ni la ley son capaces de detener las rupturas.
Cuando los padres arreglan un matrimonio, puede que su juicio no sea el mejor, pero, por lo general, tienen en cuenta lo que más te conviene. Si has madurado más allá del juicio o prejuicio de tus padres, eso es diferente; ahora, tú puedes tomar tus propias decisiones.
Llevar tu matrimonio de manera responsable
Cuando yo me casé, no sabía el nombre completo de mi esposa. No sabía el nombre de su padre. No sabía su casta. Cuando le dije a mi padre que quería casarme con ella, me dijo: «¿Qué? ¿No sabes el nombre de su padre? ¿No sabes quiénes son ni qué son? ¿Cómo puedes casarte con ella?».
Le dije: «Solo me estoy casando con ella. No pienso casarme con ninguna de las otras cosas que vienen con ella. Solo con ella. Eso es todo». Yo tenía muy claro su potencial y lo que ella me aportaría, y ella estuvo perdidamente enamorada desde el primer momento. Aunque nunca he seguido el consejo de nadie en mi vida, no faltaron consejeros autoproclamados que dijeron: «Estás cometiendo el error más grande de tu vida; esto será un desastre». Les dije: «Pase lo que pase, sea como sea, depende de mí convertirlo en un desastre o en un éxito». Yo sabía esto.
Porque no importa con quién te cases, cómo te cases, de qué manera se arregló o quién lo arregló. Qué tan responsablemente existes: eso es todo lo que importa. Cómo arregles el matrimonio es tu elección. No estoy diciendo que esta o aquella sea la manera de hacerlo, pero, sea cual sea la manera en que lo hagas, por favor, condúcelo con responsabilidad y alegría. Tienes que entender que te unes a otra persona para satisfacer tus necesidades físicas, psicológicas, emocionales, sociales y muchas otras. Si siempre tienes presente: «Para satisfacer mis necesidades, estoy contigo», entonces, conducirás esto de manera responsable.
Si al principio eres así, pero, después de un tiempo, crees que él o ella te necesita, entonces comenzarás a actuar de manera displicente y, por supuesto, surgirán cosas desagradables de muchas maneras diferentes.
Esto sucedió. Un hombre joven y una mujer joven se comprometieron. Una vez que el anillo estuvo en su dedo, la joven mujer le dijo: «Puedes apoyarte en mí para compartir tus penas, tus luchas. Cualquier dificultad que atravieses, siempre podrás compartirla conmigo».
El chico dijo: «Bueno, no tengo luchas, ni penas ni problemas».
Ella dijo: «Bueno, aún no estamos casados».
Si crees que estás lleno de dolor, luchas y problemas, y necesitas a alguien en quien apoyarte, habrá dificultades. Ya sabes, se dice que los matrimonios se hacen en el cielo. Pero estás gestando el infierno dentro de ti. Si crees que otra persona va a arreglarte, entonces tendrás problemas y, por supuesto, habrá consecuencias desafortunadas para la otra persona. Si te conviertes un ser humano alegre y maravilloso, entonces verás que tu trabajo, tu hogar y tu matrimonio serán maravillosos. ¡Todo será maravilloso porque tú lo eres!